Su función es la de sostener y tensar las cuerdas, para ello consta de un mecanismo compuesto por tornillos sinfín que hacen girar un eje donde van enrolladas las cuerdas (estas son las clavijas), estos ejes poseen un agujero central por el que se introduce la cuerda. Algunos constructores utilizan diseños personales que permiten distinguir sus instrumentos. La parte frontal es de madera laminada. La cejilla es una pieza de forma alargada que va incrustada en la parte superior del diapasón, entre éste y el clavijero. Normalmente es de hueso o materiales sintéticos duros (tales como el grafito). La cejuela controla la altura de las cuerdas al aire sobre el primer traste y permite la separación de las cuerdas, fijándolas gracias a unas ranuras que lleva en su parte frontal.
miércoles, 17 de junio de 2009
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